¿Qué es el Baby Led Weaning?
Si vas a empezar con la alimentación complementaria de tu bebé, seguro que ya has oído hablar del Baby Led Weaning (BLW), pero puede que aún te queden dudas sobre si es un método seguro o adecuado para él. ¡Te contamos aquí todo lo que necesitas saber sobre este método de alimentación!
¿Qué significa Baby Led Weaning (BLW)?
El Baby Led Weaning es una forma respetuosa de alimentación complementaria regulada y dirigida por el bebé. Hasta ahora, sobre todo en los bebés alimentados con lactancia materna, era el propio bebé quien decidía cuándo y cuánto comer.
Este tipo de introducción de la alimentación complementaria sigue teniendo en cuenta estas consideraciones, al ser los padres o cuidadores quienes ofrecen alimentos sólidos, variados, sanos y seguros, y el bebé quien decide qué y cuánto comer, alimentándose él mismo con sus propias manos.
Además, esta forma de alimentación contempla que las comidas se hagan sentados a la mesa junto al resto de la familia, lo que fomentará la curiosidad por los alimentos y sus diferentes texturas, probándolos incluso del plato del resto de la familia.
¿Se les puede dar a todos los bebés?
La respuesta a esta pregunta es no.
Este método sólo es recomendable para bebés sanos, con un desarrollo neurológico acorde a su edad y que hayan nacido a término, es decir, que hayan nacido a partir de la semana 37 de gestación, por lo que no estaría indicado ofrecérselo a bebés prematuros.
Tampoco deberían optar por este método de alimentación los bebés que tengan bajo peso o que les esté costando ganarlo, o aquellos con enfermedades/problemas musculares o neurológicos.
¿Qué ventajas tiene?
Los principales beneficios que presenta el Baby Led Weaning son:
- Se suele esperar a los 6 meses, evitando el comienzo de la alimentación complementaria en etapas precoces.
- Favorece la lactancia materna (la OMS recomienda mantenerla al menos hasta los 2 años).
- Favorece la alimentación basada en hambre-saciedad, es decir, el bebé comerá cuando tenga hambre y dejará de hacerlo cuando esté saciado. Con respecto a niños alimentados con el método tradicional (purés), no se han encontrado diferencias en las calorías ingeridas.
- Favorece la preferencia por la comida sana (aunque depende de la dieta familiar, pues será esta quien sirva de ejemplo), al estar ofreciéndoles alimentos frescos y saludables, y evitando los envasados o procesados.
- Al sentarnos juntos a la mesa y estar observando al resto de la familia, aprenderá más fácilmente y generará momentos en familia con interacción positiva.
- Disminuye la percepción de “mal comedor”. El bebé come a su ritmo y no se le fuerza.
- Mejora su motricidad, al tener que coordinar “ojo-mano-boca” mientras se está alimentando, y su masticación.
- Genera menos aversión a la comida, ya que promueve la adaptación del paladar a nuevos sabores. Al estar expuesto a alimentos con distintas texturas y sabores desde el comienzo, los aceptará mejor y será menos selectivo a la hora de comer.
- Fomenta la independencia del bebé y su confianza, al ser él mismo quien se alimenta.
- Se ahorra tiempo, pues se prepara una sola comida para toda la familia y evita el tener que estar preparando purés.
¿Existe algún inconveniente?
También debes tener en cuenta los siguientes aspectos negativos de este método:
- Disminución en los aportes de hierro: será importante instruir a los padres o cuidadores en su importancia y ofrecer alimentos que sean ricos en él (carne desmenuzada o picada, tortas de lentejas o garbanzos, copos de avena…).
- Aumenta el riesgo de atragantamientos en el bebé, por lo que habrá que seguir una serie de medidas para prevenirlos:
- El bebé debe comer erguido, sentado en una trona o regazo del adulto.
- Nunca dejarlo comer sin supervisión de un adulto.
- NO ofrecer comidas con alto riesgo de atragantamiento: uvas enteras, salchichas cortadas transversalmente, algunos vegetales y frutas duras (como zanahoria cruda, manzana...), o frutos secos enteros.
- Según costumbres familiares de alimentación, a veces puede que se ofrezca comida insana o poco variada, aunque este método también puede servir para que muchas familias revisen y mejoren su alimentación.
Cómo introducir BLW paso a paso
Se inicia a los 6 meses, sentando al bebé en una trona a la mesa con la familia. Debes asegurarte de que se mantenga sentado y erguido por sí solo, que sea capaz de realizar movimientos de masticación sencillos, que muestre interés por los alimentos y sea capaz de llevarlos a su boca, y que haya desaparecido el reflejo de extrusión (expulsar hacia afuera con la lengua alimentos, u objetos, que entren en la boca).
Se ofrece la misma comida (sana y segura) que al resto de la familia, adaptándola a su edad (ej. evitar sal, azúcar, comidas especiadas o alimentos que aún no puedan consumir por su edad, como las verduras de hoja verde). Es muy importante ofrecer los alimentos de uno en uno, incluyendo nuevos alimentos de distinto grupo cada 2-3 días para detectar posibles intolerancias o alergias.
Los alimentos deben ser de consistencia blanda y adaptados a su desarrollo psicomotor. Al principio es preferible ofrecerlos en forma de “palitos” y de mayor tamaño para que los agarre con la mano y coma la parte que sobresale. Conforme su habilidad vaya mejorando, se pueden ir ofreciendo en pequeños trozos.
El bebé se alimenta por sí solo desde el principio (1º con las manos y cuando vaya adquiriendo más habilidad, con cubiertos) y la lactancia materna sigue siendo a demanda, independientemente de las comidas.
Alimentos con los que empezar el BLW
Los primeros alimentos con los que puedes introducir a tu bebé este método de alimentación complementaria son:
- Fruta: aguacate, plátano, sandía, melón, fresa, ciruela… deberán estar maduras para que su consistencia sea más blanda.
- Hortalizas y verduras hervidas o cocinadas al vapor: brócoli, zanahoria, patata, calabacín, coliflor, boniato, calabaza…
- Carne cocinada: pollo, pavo, ternera… desmenuzado o en También se puede ofrecer como hamburguesa casera.
- Pescado: merluza, emperador, salmón, bacalao, lenguado… cocinado y ¡especial cuidado con las espinas!
- Cereales: pan de textura blanda, pasta, copos de avena u otros cereales (en forma de porridge).
- Aceite de oliva virgen: siempre en crudo, se puede añadir al pan o a las verduras.
- Legumbres: al comienzo ofrecerlas como hummus, que se puede untar en el pan o en los vegetales.
Ejemplos de menús BLW
A la hora de preparar el plato de tu bebé es importante que tengas en cuenta el método Harvard, este consiste en dividir el plato en diferentes secciones. La mitad del plato debe contener frutas y hortalizas y la otra mitad se divide de nuevo en dos, en ¼ del plato se pondrán alimentos proteicos y en el otro ¼ alimentos energéticos.
Aquí te dejamos una propuesta de menú semanal.
El Baby Led Weaning está emergiendo como un método de alimentación complementaria que no solo respeta el ritmo del bebé, sino que promueve una relación positiva con la comida desde una edad temprana. Mediante esta práctica, los padres tienen la oportunidad de fomentar la autonomía y las capacidades motoras de sus hijos, al mismo tiempo que construyen la base de una alimentación saludable.
Siempre es importante recordar que cada pequeño es único y puede tener sus propios ritmos y preferencias, por lo que es esencial consultar con un pediatra para obtener una orientación personalizada. En Europediatría, ofrecemos un servicio de calidad y totalmente especializado. Contacta con nosotros mediante el formulario, el teléfono o e-mail. Estaremos encantados de ayudarte con la salud y alimentación de tus pequeños.
Escrito por Dr. Virginia Martínez
BIBLIOGRAFÍA:
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- Gómez Fernández Vegue M. Recomendaciones de la asociación española de pediatría sobre la alimentación complementaria. AEPED; 2018.