Alimentación saludable en la primera infancia

La nutrición es un pilar fundamental en el desarrollo físico, mental y emocional de los niños desde la lactancia materna hasta la introducción de los alimentos sólidos. Cada etapa de crecimiento de un niño es una oportunidad para implementar una alimentación saludable desde la infancia.

En este post te contamos todo lo que necesitas saber para inculcar unos hábitos alimentarios positivos a tu hijo desde que comienza su alimentación complementaria.

¿Qué se entiende por alimentación saludable?

Una alimentación saludable infantil es la que les aporta los nutrientes (proteínas, carbohidratos, grasas, minerales y vitaminas) y energía necesaria en función de su edad, fomentando un crecimiento y un desarrollo físico e intelectual adecuado.

Plato de comida saludable para niños

Cómo comentamos en el blog acerca del Baby Led Weaning, la clave para preparar el plato de tu hijo de una forma saludable y equilibrada es seguir las recomendaciones del método Harvard.

Esta técnica consiste en la división del plato en diferentes partes, con el objetivo de proporcionar la cantidad necesaria de cada tipo de alimento.

En la mitad del plato debes incluir verduras y frutas de todo tipos y colores, preferiblemente que sean de temporada. Estas son la fuente principal de hidratos de carbono, aportando además vitaminas, fibra y minerales.

La otra mitad del plato quedará dividida en dos. En ¼ debes introducir aquellos alimentos que le proporcionan al niño proteínas saludables, puede ser de origen vegetal como son las legumbres (lentejas, garbanzos, judías, guisantes…) o los frutos secos, o de origen animal como carne (pollo, pavo, cerdo, ternera…), pescado, marisco o huevo.

Por último, la parte restante debe contener cereales integrales, por ejemplo, pasta, arroz, quinoa o pan. En este ¼ pueden añadirse tubérculos como patata o boniato.

Es muy importante que tengas en cuenta que las grasas son una parte imprescindible de la dieta, sin embargo, hay que tener cuidado con qué tipo de grasas se consumen. Lo recomendado es que utilices como fuentes de grasas saludables aceite de oliva virgen extra, frutos secos (triturados en niños pequeños), pescado azul, aguacate…

En cuanto a la bebida, el agua siempre es la mejor opción tanto para las comidas como para acompañar a los snacks.

¿Qué alimentos hay que evitar?

Si quieres que tus menús infantiles sean saludables debes reducir la cantidad de estos alimentos:

  • Pasta, arroz y pan blanco
  • Carnes rojas
  • Mantequilla
  • Alimentos con azúcares añadidos como las galletas, mermeladas u otros dulces
  • Alimentos con grasas saturadas, como son los fritos o grasas animales
  • No se recomienda ofrecer zumos, bebidas carbonatadas o frescos

Principales malos hábitos alimenticios de los niños


Algunos niños suelen negarse a probar determinados tipos de alimentos, principalmente las verduras. Esto provoca que la variedad de alimentos que están dispuestos a comer sea muy limitada y principalmente la formen aquellos que no tienen unos valores nutricionales adecuados.

Por otro lado, en muchas ocasiones son los propios padres los que generan de forma inconsciente un mal hábito o relación con la comida, al premiar o castigar con ella (ej. “si te portas bien o te terminas esto, te doy una chocolatina”), ofrecer cantidades mayores de las que el niño necesita u obligarles a comer cuando están inapetentes por enfermedad u otros motivos.

En contra de lo que podamos pensar, esto les puede generar aversión hacia la comida, sin disfrutar de ese momento que debería ser placentero, y pudiendo generar incluso trastornos de la conducta alimentaria del lactante o niño pequeño.

¿Cuáles son las consecuencias de una mala alimentación?


Un niño que tiene malos hábitos alimentarios además de no tener los nutrientes necesarios para un crecimiento y un desarrollo sano, generará preferencia por ciertos sabores como el dulce, aumentando el riesgo de dependencia a ellos en la edad adulta y viendo condicionada la elección de alimentos el resto de su vida.

Unos malos hábitos alimentarios suelen producir carencia de nutrientes que, además de provocar que tu hijo tenga sobrepeso o un peso inferior al adecuado, puede presentar alteraciones analíticas llegando incluso a debilitar el sistema inmune.

Recomendaciones para establecer  una alimentación saludable desde la infancia

Es crucial añadir una amplia gama de alimentos nutritivos a la lista de la compra, ya que esto facilita la planificación de los menús semanales con alimentos variados. Al ofrecer distintos sabores y texturas, evitarás que los niños perciban la comida como algo monótono y fomentarás una alimentación más equilibrada.

A menudo, los padres prohíben ciertos alimentos, por ejemplo, los dulces, pero esta práctica no es la más adecuada. En lugar de prohibir, prueba a sustituir estos productos poco saludables por alternativas más beneficiosas, como por ejemplo las galletas caseras de avena y plátano. De esta forma el niño saciará su antojo de dulce con una opción más nutritiva y menos calórica.

Establecer horarios regulares para las comidas y crear una rutina familiar en la que todos compartan la mesa es fundamental. Al hacerlo, estáis dando un ejemplo positivo a los niños, quienes tienden a imitar los hábitos alimentarios de los padres, sintiéndose motivados a comer lo mismo que ellos y aumentando por tanto su curiosidad a probar nuevos alimentos.

Es muy importante que evites presionar al niño para que termine su plato u ofrecer recompensas o castigospara que lo haga. Estas prácticas pueden generar estrés y ansiedad en el niño, en lugar de promover una relación saludable con la comida. Debes permitir que el niño coma en función de su apetito y respetar sus señales de saciedad, fomentando una actitud positiva y agradable hacia la alimentación.

En conclusión, la alimentación durante la primera infancia es un componente fundamental en el desarrollo de nuestros hijos. A través de la atención consciente de las necesidades nutricionales específicas de cada etapa de su crecimiento, podemos establecer patrones saludables en la infancia temprana que mantendrán durante toda su vida.

Es importante recordar que cada bocado que les ofreces es una oportunidad para nutrir sus cuerpos y sus mentes que se encuentran en crecimiento. Si no sabes cómo establecer unas bases para que tu hijo cree una relación saludable con la comida a largo plazo, no dudes en pedir ayuda a un profesional. En Europediatría ofrecemos un servicio personalizado y de gran calidad, contacta con nosotros mediante el formulario, el teléfono o el e-mail. Estaremos encantados de atenderte y ayudarte con la salud de tu pequeño.

Escrito por Dr. Virginia Martínez

BIBLIOGRAFÍA:

  • World Health Organization (WHO) guideline on the complementary feeding of infants and young children aged 6−23 months 2023: A multisociety response. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2024;1–8.
  • Fewtrell M, Bronsky J, Campoy C et al. Complementary feeding: a position paper by the European Society for Paediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition (ESPGHAN) committee on nutrition. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2017; 64 (1): 119-32.
  • World Health Organization (WHO). Alimentación del lactante y niño pequeño.
  • Gómez Fernández Vegue M. Recomendaciones de la asociación española de pediatría sobre la alimentación complementaria. AEPED; 2018.
  • Fidler Mis, N et al. Sugar in Infants, Children and Adolescents: A Position Paper of the European Society for Paediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition Committee on Nutrition. PediatrGastroenterol Nutr 2017; 65(6):681-696.